martes, 28 de julio de 2009

Anuncio libro

Estimados amigos y seguidores de este blog:

Quiero agradecer la atención que habéis dedicado a esta aventura y sobre todo la motivación que me habéis aportado y que me ha proporcionado momentos de gran satisfacción.

Esta claro que faltan algunos relatos, probablemente los más interesantes, pero dadas las circunstancias del desenlace final del Paradisse, y el volumen que está tomando esta historia he decidido pasarla a formato libro. Creo que va a resultar más cómodo, y más fácil para leer.

Mi intención es agrupar en un solo libro; una aventura, una historia, unas enseñanzas y unas experiencias que han propiciado más enseñanzas.

Espero poder anunciaros en breve la disponibilidad de este nuevo libro.

Abrazos y un ilusionado hasta pronto.

Ramón

sábado, 25 de julio de 2009

OBTURADOR DEL EJE DE LA HÉLICE

Las vías de agua debidas a una avería del sistema de cierre del eje de la hélice son el problema más frecuente en las embarcaciones, y en muchos casos llegan a ser la causa del hundimiento.

Como victima y protagonista de uno de estos hundimientos me permito ofrecer una solución que creo que todos deberíamos tener preparada para una emergencia.

La primera consigna que debéis evitar es "a mí no me va a pasar".
Para la comprensión del aparato deberemos fijarnos en las ilustraciones adjuntas.



La figura 1 muestra la disposición de los elementos que intervienen en el paso del eje desde la bocina a la hélice.
En la figura 2 hemos eliminado el manguito de goma y hemos situado el obturador.
El extraer el manguito de goma puede ser bastante laborioso, hay que cortarlo, tened preparadas buenas herramientas de corte y estad preparados para trabajar mientras un buen chorro de agua os invade el punto de trabajo, el agua es muy escandalosa pero la crecida es bastante lenta, serenidad y mano firme.
La figura 4 muestra los detalles del obturador, fácil y rápido de colocar, tendremos preparada una llave allen con mango para los tornillos nº 3 y una llave plana para los tornillos nº 4.


Todo el conjunto está partido en dos partes iguales y se monta todo a la vez, mitad por arriba y mitad por abajo, situarlo lo más cerca posible del punto de entrada de agua, encarad y apretar los tornillos nº 3 con la llave allen, de esta forma las piezas nº 1 quedarán fijas al eje.
Inmediatamente apretar los tornillos nº 4 con la mano, de forma que las piezas nº 2 se desplacen hacia el punto de entrada de agua, las guías deslizantes nº 5 harán que el asiento de goma 6 se dirija al punto a cerrar. Finalmente reapretar los tornillos nº 4 con la llave plana.
Tomar aire, descansar y achicar el agua que ha podido entrar y organizar una fiesta.
Estos aparatos deberán fabricarse a medida para cada barco, dependiendo del espacio disponible desde la boca del pasa-cascos a la estopada, así como del diámetro del eje. Guardarlo en un lugar muy accesible con las llaves.
El asiento de goma nº 6 debe tener un poco de holgura para compensar la separación entre las dos partes de la pieza nº 2, aunque escasamente 1 milímetro.
Nunca poner el motor en marcha hasta que la avería haya sido subsanada en varadero.
Admito críticas y sugerencias.
Salud y buena mar
Ramón Prat

Que no vueva a ocurrir

Hola a tod@s:

Casi tres semanas y os mentiría y me mentiría a mi mismo si pretendiese insinuar que voy asumiendo la perdida del Paradisse, cierto que llegamos a Cádiz sanos y salvos pero yo nunca tuve el temor de que no tuviese que ser así, teníamos una balsa salvavidas, teníamos radio, radiobaliza y además estábamos en una ruta de mucho tráfico en aquel momento.

Ahora que estoy empezando a recuperar las ganas de escribir, quiero agradecer todos los mensajes de aliento que me habéis brindado en estos difíciles días y especialmente la reseña en forma de homenaje al Paradisse que nuestro amigo Nautijorge ha colgado en su blog:

http://nautijorge.blogspot.com

Hago extensivo este agradecimiento a los compañeros de La Taberna del Puerto, con cuyo foro no estoy familiarizado pero que visito de vez en cuando.

Quiero deciros que un barco es un amigo a quien se quiere muchísimo, especialmente cuando se le ha dedicado mucho sacrificio e ilusión. Todas las noches y buena parte de los días tengo en mi retina las imágenes del Paradisse llenándose de agua y en mi cabeza la rabia y la impotencia por no poderlo evitar. Cuando consigo conciliar el sueño la misma pesadilla me machaca todas las noches.

Quisiera que esto no volviera ocurrir y que nadie tuviese que pasar por este trance.

He recogido las sugerencias que habéis escrito con el tema "que manguito es este?", y creo que puedo aportar algo más.

La propuesta de Rubén Magana consistente en soltar el eje con la hélice y tapar el agujero con un espiche, sería muy buena si esto fuese fácil, pero me temo soltar el eje puede ser bastante laborioso, echarlo para atrás puede ser imposible, entre otras cosas porque hay un cojinete de apoyo que a poco que hubiera caracolillo en el eje no lo dejaría deslizar.

Carlos (CFMt) apuesta por enrollar un cabito al eje con el motor en marcha lenta, bravo Carlos, porque no me lo dijiste antes, en mi opinión es muy buena aunque yo no lo haría con el motor en marcha, sino dándole vueltas con la mano y en ningún caso arrancaría el motor. Como digo me parece una buena solución que no se me ocurrió, pero creo que si hay que seguir navegando durante varios días, con el agravante de que no se puede contar con el motor, se requerirá una vigilancia extrema de día y de noche.

Una prueba que hice fue utilizar una resina epoxi que se mezcla como la pastelina y que venden como que tapa fisuras y fragua bajo el agua, fracaso total, la presión del agua la deshacía, quizá si se hubiera aplicado desde el exterior hubiese funcionado, pero esto era imposible por el oleaje.

Después de reflexionar mucho sobre el tema, y podéis creer que le he dado y sigo dándole muchas vueltas soy consciente de que un barco solo puede hundirse si se llena de agua y que el agua solo puede entrar de tres maneras;

1ª.- Por la corrosión de un pasa cascos (grifos y desagües), el Paradisse los llevaba todos nuevos, además llevaba juego de espiches.

2ª.- Por un impacto con un container, o algún objeto contundente flotando, o naturalmente por una colisión con otro barco.

3ª.- Y la más frecuente, problemas de estanqueidad en el paso de la hélice, bien sea por el manguito o por la propia estopada o retén.

Si tuviese otra oportunidad haría lo siguiente:

Me prepararía un utensilio para atajar rápidamente la entrada de agua a través del eje, bien sea por rotura del manguito o por el sistema de cierre de la bocina.

La explicación de este artilugio requiere ilustraciones, y como sabéis no es posible adjuntar imágenes en los mensajes al foro, así pues, he subido unos dibujos y su explicación a la sección de archivos del foro. Lo he titulado "Obturador del eje de la hélice". (Referido al foro de Títulos Naúticos)

En otro orden de cosas, estoy pensando en acabar mis relatos de la travesía atlántica y plasmarlos en un libro, no voy a negar que me mueve un cierto sentimiento lucrativo, no pienso que me vaya a dar para comprar el Paradisse II, pero puede ayudar. Por otra parte pienso que mi experiencia desde la preparación del viaje hasta el hundimiento del Paradisse bien ordenada cronológicamente en un libro, con todos los mensajes, primero de ánimo y después de condolencia que habéis protagonizado, detalles y reflexiones de acontecimientos, y sobre todo muchos consejos, puede resultar muy interesante y útil para los amantes de la aventura náutica.

Abrazos

Ramón



Charlas más divertidas con el nuevo Windows Live Messenger

miércoles, 8 de julio de 2009

07-07-2009 - Descanso del Paradisse



Hola a tod@s:

El día 27 me despedía de vosotros con el propósito de estar en Cádiz en 10 días si Dios seguía ayudándonos.

Así a sido, pero solo para dos de los protagonistas; Ángel y yo, el Paradisse no ha tenido este privilegio.

La rotura del manguito de goma que resguarda el tramo del eje que va desde el pasa-cascos a la bocina provoco una vía de agua que no pudimos atajar por la dificultad de operar en un lugar tan recóndito y pegado al casco.

El velero Dike que navegaba unas 15 millas por delante de nosotros y recibió nuestra llamada de auxilio acudió tan rápido como pudo hacía nosotros.

Ya con el Dike en marcha, mi primera idea fue atajar la entrada de agua desde el exterior con cinta de goma flexible en el eje junto al pasa-cascos, me metí en el agua pero las olas hacían que el Paradisse diera saltos de casi dos metros, al primer envite vi que aquello era un suicidio y volví al barco.

Fueron cuatro horas interminables aguantando la entrada de agua apretando trapos en el lugar y achicando con la bomba manual porque las eléctricas se acabaron obstruyendo por la suciedad característica de la sentina.

El cansancio y las pocas posibilidades para hacer otra cosa distinta a taponar y achicar fueron mermando mi capacidad de pensar soluciones válidas.

Cuando llegó el Dike ya casi anochecía y trasladamos lo que pudimos con el dingy que además estaba bastante deshinchado de no haberse usado desde las Islas Vírgenes, así que tuvimos que limitar muy mucho la recuperación de enseres por el gran riesgo a perderlo todo.

Cuando abandonamos el Paradise tenía poco más de medio metro de agua y calculo que podía mantenerse a flote unas 10 o 12 horas.

Ya desde el Dike notifiqué la situación a Rafael del Castillo quien lo comunicó a salvamento marítimo, de aquí que el aviso a los navegantes hablara de barco a la deriva.

Seguiré en contacto con vosotros y de momento os envío un par de fotos que espero que alguien del foro cuelgue al álbum de fotos del web para que conste mi consideración y estima.

Abrazos y besos

Ramón