domingo, 26 de abril de 2009

26-04-2009 Primeros avisos de cuenta atrás

Estamos en San Barthelemin (San Barts), mañana navegaremos a San Martín, estamos en plena cuenta atrás.

Esto se acaba, tres días en San Martín, tres días en las vírgenes (Virgin Gorda, Tortola y Josh Van Dike) y a Republica Dominicana para cambio de tripulación e inicio del viaje de vuelta, como duele.
Abrazos. Ramón

jueves, 23 de abril de 2009

23-04-2009. Antigua y breve (y barbuda)

Hola a tod@s.Estoy en Antigua. Todo bien. Preparo relatos.
Abrazos.
Ramón

martes, 14 de abril de 2009

14-04-2009 Francia da de sí.

Hola a tod@s:

Desde Guadalupe con mucha ilusión reemprendo los relatos para vosotros.

Martinica.- En cuanto pisé tierra en Martinica perdí la sensación de estar en el Caribe para sentirme de lleno en Francia, no en vano Martinica es un departamento de Francia que está totalmente explotado por los franceses. Me da cierta rabia que habiendo sido descubierta por Cristóbal Colón no sea española, y más todavía el que con tantas islas como hay aquí, y que mientras que casi todos los países tienen su parcela, nosotros nada. En fin nos conformaremos con que en la Republica Dominicana, Cuba y Puerto Rico se hable español.

Le Marín es el puerto por excelencia de Martinica y posiblemente del caribe, en su puerto y en su bahía se concentran miles de barcos, mayormente veleros, he visto a gentes de muchos países, pero a ningún español, tampoco se prodigan mucho con las banderas, quizá la mayoría sean locales.

En Le Marín la mayoría de las gentes son blancos, tanto los residentes como los transeúntes. Los bares y restaurantes tienen el sello francés y aunque no hablo francés detecto que el acento de las gentes es del más puro francés de Francia, la gente del comercio también habla inglés.

Los restaurantes son bastantes buenos y no muy caros. La moneda, lógicamente, es el euro.

Los trámites de aduana son los más simples de cuantos hemos visto hasta ahora, en la oficina hay varios ordenadores, debes rellenar un impreso con los datos del barco, de la tripulación y la fecha de entrada, seguidamente lo imprimes y lo entregas al funcionario/a de turno, te lo sella y te lo entrega, al ser comunitarios no nos pidieron ni el pasaporte. A la salida hay que repetir la operación indicando la fecha de salida. De momento es el único sitio donde el trámite es gratuito.

El tema Internet también funciona con el wi-fi del restaurante o del bar. En Le Marín se llama Mango Bay y se encuentra junto al atracadero de dinghyes (ver foto). Mango Bay es un restaurante construido en madera totalmente encima del agua, está dividido en dos partes bien definidas, una es el comedor y la otra es la “sala de ordenadores”, normalmente hay un par de docenas de personas con su ordenador y su cerveza tecleando a rabiar. Curiosamente el suelo del local consiste en unas tablas de madera separadas entre dos y tres centímetros, cualquier cosa que se te caiga va a parar al mar.

Normalmente la gente lleva una cadena o un cable con un candado para amarrar el dinghy, junto al atracadero hay una tienda de náutica bastante bien surtida donde compre el conjunto por 42 euros.

Aquí la gente del mar se identifica mejor como ciudadanos del mundo, los hay de todos los colores, aunque normalmente muy morenos del sol, aventureros que han llegado aquí como tripulantes o polizontes de un barco y buscan otro barco para ir hacía Panamá, o cualquier destino que redondee su vuelta al mundo. Los transmundistas también proliferan, he visto al menos media docena, (ver foto de un barco transmundista).

El atraque en el puerto de Le Marín no es caro, unos 20 euros al día, pero el fondeo está muy bien, el fondo es de fango y el ancla se clava bien, además el viento siempre es de componente este, con lo cual el borneo es prácticamente imposible, yo he optado por fondear.

El domingo día 5 de abril, alquilamos un coche por 30 euros y nos dimos un paseo por el interior de la isla, visitamos algunas playas mayormente tomadas por los negros del lugar que aprovechan el domingo para hacer picnic con sus barbacoas portátiles donde asan peces o pollos.

La arena es negruzca y el agua no es lo transparente que sería desear. Los cocoteros son el principal elemento del decorado.

También nos acercamos a la Montagne Pelee (Montaña Pelada) donde se encuentra el cráter del volcán que cambió la vida de la isla en 1902.

El lunes día 6 permanecimos en Le Marín, Juan, del Torre de Vuit había quedado en salir de Santa Lucía y asomar por Le Marín, pero no apareció. Aproveche para hacer unas compras de víveres, aquí hay un supermercado bastante grande pero poco surtido, hace tiempo que no me como un buen entrecot y no parece que esto exista por aquí. La verdad es que tengo mono.

El martes salimos hacía el norte por la costa atlántica, tenía intención de pasar la noche en una reserva conocida por Baie du Tresor en 14º 45,6 N 60º 53,2 W, pero llegamos poco antes del anochecer y opte por fondear en otra cala cercana donde la aproximación parecía menos arriesgada, así que pasamos la noche en la Baie du Galion. Al día siguiente con la luz de todo el día por delante no dirigimos a la Baie du Tresor, en cuando llegamos le dió por llover y así estuvo todo el día, con lo cual nos quedamos en el barco.

Por la mañana del día siguiente toda la bahía era para nosotros, no había absolutamente nadie, saltamos a tierra con el dinghy, paseamos por entre la vegetación y buceamos, realmente es un lugar bonito, corales, vegetación terrestre y acuática y una gran variedad de peces que acuden para que nos veamos bien las caras y hacernos amigos, también hemos visto preciosas caracolas vivas, las hemos fotografiado y devuelto a su ambiente, así como grandes cantidades de cangrejos con una enorme pinza.

Tristemente aquí también abunda el vertido de desechos y chatarra como en todos los lugares de las islas.

A medía mañana deshicimos el camino recorrido por entre los arrecifes con ayuda del plotter y el MaxSea para dirigirnos a Dominica, donde llegamos sobre las tres de tarde.



Dominica.- En cuanto llegué a Dominica ya me hubiera dado la vuelta, luego me alegré de no haberlo hecho. Las fotos hablan por si solas:

DOMINICA 1; La presentación de la marina.

DOMINICA 2; El muelle del puerto deportivo, algunas boyas (amarres), el atracadero de dinghyes, y la gasolinera.

DOMINICA 3; El bar y la terraza de la marina.

DOMINICA 4; El puerto comercial con el maná del día.

DOMINICA 5; Un mercadillo.

DOMINICA 6; Una de las principales calles de la capital, Roseau.

DOMINICA 7; Una casa.

DOMINICA 8; Otra casa.

DOMINICA 9; Panorámica de la capital Roseau. Lo más importante el estadio de béisbol y el crucero.

DOMINICA 10; Una catarata de agua caliente.

DOMINICA 11; Una catarata de agua fría.

DOMINICA 12 y DOMINICA 13; Dos gozadas a distinta temperatura.

DOMINICA 14; La desembocadura del Indian River.

DOMINICA 15; Chatarra para la eternidad.


Nos instalamos en una magnifica boya que había sido blanca y bajamos con el dinghy a tierra, sorpresa!!, había wi-fi en la marina. Aproveché para ver el correo y enviar algunos mensajes. Dimos una pequeña vuelta y volvimos al barco, yo no las tenía todas conmigo en cuanto a la seguridad del lugar.

A la mañana siguiente vi la maniobra de atraque del Caribbean Princess, un trasatlántico que regularmente hace una parada de una horas en la isla y miles de turistas invaden la ciudad.

A menudo llegan barcos con turistas y entonces es cuando la gente de la isla despierta, esto no ocurre durante la larga temporada de huracanes y hay que aprovecharlo.

Toda la población se moviliza alrededor del puerto para captar la atención de los fugaces visitantes, la oferta no es muy variada; un gran surtido de tenderetes con souvenirs de todas clases, especialmente camisetas y colgantes de todas las formas y colores, otra opción son las excursiones, una formación de furgonetas convertidas en gua-guas están dispuestas para llevar a los turistas a visitar las peculiaridades más características de la isla, y un ejercito de “comerciantes” intentan asegurarse un “over booking” o “al menos el full booking” de sus vehículos, para ello te asaltan, te cogen (cuidado los hispano-americanos con esta palabra, que no va por ahí), te ofrecen, e intentan convencerte como sea.

Yo me deje convencer por “Juan el Cubano” un tipo muy simpático que hacía de guía para un grupo de hispano parlantes, enseguida me interesé por la excursión que ofrecían por 15 dólares americanos, el hecho de ofrecer el diálogo en español no tenía color frente a la oferta del inglés criollo que ofrecían los otros, así que nos juntamos en la gua-gua; mejicanos, portorriqueños, argentinos, chilenos, nosotros y una negrita muy maja que también hablaba español.

Juan el Cubano nos explicó muchas curiosidades de la isla y nos enseño algunas variedades de frutos y plantas que tienen especial importancia en la vida de los habitantes.

La vida de la isla se limita al turismo y a las plantaciones de plátanos, en Dominica no hace falta trabajar para vivir, el campo y el mar lo dan todo. Si algún dominicano quiere tener algo de dinero puede trabajar pero esto no interesa a muchos.

La isla es un terreno totalmente abrupto con montes que alcanzan los 1.400 metros. En general las islas del caribe son volcánicas y tienen alturas considerables que provocan la elevación del aire húmedo que circula por el Atlántico, este aire se enfría al elevarse y el vapor de agua llega fácilmente a la temperatura de punto de rocío originándose la lluvia. Dominica es una de las islas más altas y por ende donde más llueve, prácticamente todos los días, de ahí que tiene un gran número de ríos y cataratas, así como auténticas selvas.

En algunos lugares el calor interno de la tierra contrasta con el agua pudiéndose encontrar algunos géiseres y las curiosas aguas termales que pueden verse en las fotos 10 y 12.

Según nos contó Juan el Cubano existe una reserva con unos 3.000 indios caribeños que han mantenido las raíces y la forma de vida que tenían cuando los conquistadores llegaron a la isla.

Le pregunté a Juan por la carne de ternera, me dijo que en la isla hay vacas y que se sacrifican para comer pero que hay que ir al mercado los sábados a las 5 de la mañana porque cuando lo trocean no distinguen la carne de los huesos, todo se trocea para el puchero, no saben lo que es un entrecot, ni un filete, ni un bistec, todo se hierve.

Por cuanto a la seguridad Juan me tranquilizó en el sentido de que las gentes son pobres pero no les falta la comida y la delincuencia es muy escasa.

Es normal en estas islas el ver pollos y gallinas campando a su aire por las calles y oír el kirikiki de los gallos al amanecer.

Antes de dejar Dominica hicimos una parada en Portsmouth, es una bahía al noroeste donde desembocan algunos ríos, el más importante es el Indian River y precisamente una excursión por el interior del río es el atractivo principal de la zona. Hay unos barqueros que intentan captar a los turistas para ocupar sus botes a remo, nosotros intentamos hacer la excursión por nuestra cuenta con el dinghy pero no nos dejaron, así que volvimos para atrás y menos mal porque el barco estaba garreando. Hicimos algunas fotos a algunos barcos embarrancados en su playa, al menos media docena, seguramente victimas de los huracanes, Dominica se encuentra en el centro neurálgico de la franja de paso de huracanes, curiosamente la desembocadura del Indian River esta casi bloqueada por un barco embarrancado y medio destrozado, en el interior hay un barco más pequeño que está flotando pero no puede salir, el paso que deja el embarrancado es insuficiente, se pueden ver en las fotos 14 y 15. Compramos el pan y volvimos a las velas para dirigirnos a Les Saintes.



La navegación entre islas es bastante placentera, si bien conviene reducir trapo porque el viento es bastante fuerte y siempre de través, lo malo es que el mar también es de través con olas que a veces llegan a los tres o cuatro metros y esto es bastante molesto, los tramos entre isla e isla son de unas cuatro horas que se soportan muy bien. Algunos redactores de esta travesía han destacado la fuerte corriente que circula de este a oeste en la misma dirección que el viento, dado que la navegación entre islas es de norte a sur o de sur a norte en teoría deberíamos navegar de través rabioso, pero, dicen ellos, que debido al abatimiento y a la corriente siempre hay que navegar de ceñida rabiosa. Mi experiencia es que el abatimiento y la corriente nos obliga a una corrección de unos 20º máximo 25º, o sea que recibimos el viento entre 60º y 70º, por lo que en este sentido la navegación de ceñida con las olas por la amura se lleva muy bien.



Les Saintes.- Les Saintes es un pequeño archipiélago que pertenece a Guadalupe y por lo tanto a Francia. Seguramente es uno de los sitios más bonitos del Caribe, playas y costas escarpadas para todos los gustos.

Llegamos el Sábado Santo y estaba abarrotado de yates. No fue fácil encontrar un hueco para fondear, y más teniendo en cuenta que las zonas de fondeo son bastante profundas, del orden de lo 15 metros, esto supone que hay que echar al menos 50 metros de cadena, con cual, con un pequeño borneo puedes darle al vecino.

Les Saintes nos recibió con una esplendorosa lluvia que nos obligo a quedarnos en el barco el resto del día.

El domingo (de pascua) saltamos a tierra y paseamos por el pequeño puerto y por las calles con comercios, que curiosamente, la mayoría estaban cerrados. En una pequeña iglesia se oficiaba la misa, supongo que de resurrección, la iglesia estaba abarrotada de fieles, mayormente blancos pero el cura y los monaguillos, bueno, había un monaguillo y una monaguilla eran negros, no me preocupe de averiguar si eran católicos, anglicanos o de otro gremio.

Carlos se fue a descubrir playas y yo preferí volver al barco y preparar estos relatos.

El lunes ya tenía ganas de pisar una civilización con restaurantes franceses con buenos entecotes y langostas, duchas con agua dulce, la tranquilidad de un puerto y el wi-fi para sentirme más cerca de mis amigos. Así que desplegamos velas y a Guadalupe, que como ya va siendo normal nos recibió con un generoso aguacero que me impidió meterme directamente en el puerto de Bas de Fort, fondeamos en el otro lado del canal y esperamos a que parase de llover, luego fuimos al puerto con el duinhy para pedir un amarre y hacernos la idea de la forma y el lugar.



Hoy martes 14 de junio estoy placidamente instalado en un amarre de este inmenso puerto natural, después de haber dormido más de 8 horas seguidas sin que el barco se moviese un ápice y no sin antes haberme dado una ducha que me costó media botella de gel, porque no había tenido ocasión desde Santa Lucía y de haberme comido un entrecot a la pimienta verde de los que no se salta un gitano.

Le paso un montón de fotos a Jaime, cuando las cuelgue las podréis ver en:

http://atlanticoprat.blogspot.com/

abrazos
Ramón

viernes, 10 de abril de 2009

10-04-2009 Paseando por la France

Estoy en Dominica, en un par de días estoy en Guadalupe y os cuento cosas.
Martinica y Guadalupe son Francia, no sé si Dominica ha evolucionado desde que Colón pasó por aquí.
Todo bien.
Abrazos.
Ramón

sábado, 4 de abril de 2009

03-04-2009 Salto a Martinica

Hola a tod@s:
Hoy he saltado a Martinica, estoy en Le Marín. todo bien. Estoy un poco perro para escribir pero ya se me pasará.
Abrazos per totom.
Ramón

31-03-2009 Experiencias, incidencias y otras

Hola a Tod@s:

Sigo en Santa Lucía y permaneceré aquí al menos dos días más, entretanto el tema Internet lo tengo bien resuelto porque aquí en Rodney Bay hay un par de bares restaurantes que tienen wi-fi abierta, solo es cuestión de ir con el ordenador, sentarse en una mesa, pedir una cerveza y empezar a trabajar, incluso hay algunos enchufes a mano para poder conectar el ordenador a la corriente y no quedar limitado por la batería. La corriente es de 230 voltios, hay algunos enchufes que tienen un conmutador para 115 ó 230 voltios (especialmente en los baños). El problema es que las bases de los enchufes son del tipo americano, y además hay dos modelos.

Hoy voy a ver si encuentro un adaptador porque normalmente me quede tirado por la batería.

El domingo envié algunos detalles sobre diversos temas que tenía preparados, hoy voy a seguir con algunos que me quedan:

Incidencias.- En este capitulo, que bien podría titularse “experiencias”, si bien toda la travesía es una gran experiencia, trataré de explicaros los imprevistos que han surgido y la forma en que los he solucionado, con el fin de, si se tercia, comentar y aprender todos un poco más sobre la resolución de problemas.

En los primeros días de travesía tuvimos unos vientos constantes de entre el N-E y N-NE del orden de los 10 nudos que venía muy bien para navegar con gennaker, así que nada más fácil.

Al tercer día se partió la driza y el gennaker fue a parar al agua. Era de madrugada y estaba de guardia Nicolás, me llamó para que le ayudara a recogerlo, lo subimos a bordo y recogimos los cabos, al espabilado de Nicolás se le ocurrió recoger la driza que estaba pasada por el interior del palo, teníamos un problema.

Me habían advertido del riesgo de rotura de la driza e incluso de la polea cuando se navegaba mucho tiempo seguido con gennaker o spi, incluso de la conveniencia de lascar periódicamente la driza para ir variando el punto de contacto de la driza con la polea. La driza del gennaker era nueva y no esperaba que en solo tres días me hiciera esta jugada. Tome nota de arriar el gennaker cada dos días para revisar la driza.

Cuando se hizo de día nos dispusimos a pasar de nuevo la driza por el interior del palo, para ello preparé un plomo con un hilo de nylon. Afortunadamente no había mucho oleaje y puse el motor en marcha para navegar despacio en la dirección de las olas, Nicolás subió al palo y dejo caer el plomo por el interior del palo, no sin dificultad conseguimos sacar el plomo por el orificio correspondiente en la base. Habíamos conseguido pasar la guía, pasar la driza ya no era problema. Tema resuelto y experiencia anotada.

El día 17 nos encontramos ya en el paralelo 14, nos interesa seguir por este paralelo hacía el oeste, sin subir ni bajar, el viento es del este y la única forma es ir a orejas de burro, el viento es de 20 nudos y marejada a la 10 de la noche salta el puño de las escotas de la génova. Nos quedamos con solo la mayor pero navegamos a buen ritmo.

Al día siguiente ya con luz de día me dispongo a improvisar un enganche para las escotas de la génova.


La parte del puño de la vela donde se cose el enganche de la escota está reforzado con varias capas de lona durísima, así que no intento pelearme con las agujas y procedo a hacer agujeros de 4 mm. con un taladro portatil de baterias, seguidamente ato un pedazo de driza en la forma que podréis ver en una fotografía que he titulado “apaño del puño de escota” y que espero que Jaime cuelgue en el blog. En esta foto podéis ver dos formas distintas de atado, en un principio hice el atado que se ve en el tramo vertical, en la baluma, con cabito de 2 mm. pero la parte de la driza de la parte horizontal, en el pujamen, se fue corriendo y al cabo de 3 días llegó a escaparse quedando sujeto solo por el vertical que resistió solito como un jabato hasta Barbados, donde procedí a rehacer el apaño de la parte del pujamen con hilo de coser velas.

Visto lo visto, creo que no voy a preocuparme por hacer un arreglo más ortodoxo, me quedo más tranquilo con este apaño que con el cosido original que ya se me ha roto dos veces.

Volviendo al orden cronológico, después de arreglar el puño de escota volvimos a las orejas de burro con el tangón, tenemos viento de 18 nudos y mucha mar, en un momento dado, aún no se porque, se rompe el acoplamiento de la punta del tangón (hay fotos en el blog). Como hay mucha mar y orzadas, aparcamos el tangón y pasamos a navegar a un largo el resto de la travesía.

El día 22, la enganchada de la línea del curri a la pala del timón que ya os expliqué y también hubo una incidencia con el piloto automático, pero esto ya es normal y está netamente superado.

La convivencia.- La convivencia fue exquisita hasta Cabo Verde pero una vez que estuvimos en manos de los alisios y no había posibilidad de marcha atrás empezaron a complicarse las cosas. Nicolás desembarcó en Barbados, después de tres días de no mirarnos a la cara.

Os contaré la historia con todos los detalles en capítulo aparte.

Torre de vuit.- Es el nombre de un velero de 50 pies con base en el Garraf, su propietario y capitán es Juan, un hombre de mi edad que ya ha realizado la travesía cuatro veces en solitario, coincidimos en el Club Náutico de Gran Canaria y siendo ambos catalanes hicimos enseguida buenas migas.

Juan llegó a Canarias el mismo día en que nosotros nos íbamos. Quedamos en conectarnos por radio cuando estuviésemos en travesía, él permaneció en Canarias mientras nosotros fuimos a Cabo Verde y luego hizo la travesía directa desde Las Palmas a Santa Lucia, salimos más o menos a la par pero nosotros llevábamos una ventaja de unos 5 días. Todos los días nos conectábamos por radio y nos contábamos los pormenores del día, era muy reconfortante tener una voz amiga “cerca”, a unas 600 millas.

Ahora estamos todos en Santa Lucía y estamos bien acompañados por un veterano de estos territorios, muy interesante.

Barbados.- Lo único agradable que puedo rememorar de Barbados es el hecho de haber sido la primera tierra que pisé después de tanta agua.

La tensión debida al comportamiento de la tripulación, sumado a la ineficacia del personal del puerto y aduanas, pasando por lo carísimo que es todo han hecho que para mí, Barbados sea un lugar para olvidar.

Sin embargo antes de olvidarlo voy a dejar escritas unas pautas por si a alguno se le ocurre hacer la misma tontería.

En Barbados hay que tener cuidado con las banderas y su lugar reglamentario, de lo contrario te puede caer una buena multa.

Pabellón nacional a popa, cortesía en la cruceta de estribor, y cuarentena en la cruceta de babor.

Una vez que has declarado en la aduana que no llevas virus ni enfermedades de ninguna clase debes retirar la bandera de cuarentena (la bandera de cuarentena es la amarilla conocida por “Q”).

El personal del puerto no te ayuda para nada, no hay servicios, ni duchas, ni nada de nada, solo un restaurante carísimo.

El personal de puerto y aduana es de lo más perro que te puedas imaginar, para pasar los trámites de aduana nos tiramos toda la mañana, rellené el mismo impreso por lo menos cinco veces, para despachar la salida tres cuartos de lo mismo.

En el puerto nos cobraron 75 euros por el amarre y 41 euros por un impuesto de no se que.

Para comprar hay que ir a un poblado a unos 2 Km. donde hay un supermercado bastante grande y bien surtido, pero muy caro.

Santa Lucía.- Esto es otra cosa, la marina de Rodney Bay está muy bien, bares, restaurantes, aseos y duchas (no son ninguna maravilla pero tiene agua caliente), lavandería, supermercados (lógicamente limitados y carillos), tiendas, tienda náutica, bancos, internet, etc. El personal del puerto es muy amable y colaborador. Hay unos mini-buses que paran en la puerta de la marina para poderte desplazar a un par de kilómetros hay un poblado con un centro comercial y un gran supermercado, los precios son normalillos, la gente es muy amable y a poco que la mires ya te saludan con una sonrisa, no hay pedigüeños. En Barbados la gente de la calle también te saluda, también hay que decirlo.

Mañana alquilaremos un coche para recorre la isla por el interior.

No se usa la bandera de cuarentena. La diligencia de los funcionarios de aduanas es más normal que la de barbados, en la oficina tienen un televisor y cuando fuimos estaban dando un partido de “beisbol”, lógicamente el empleado estaba totalmente pendiente del partido, y de vez en cuado ponía la vista sobre los papeles, así nos tiramos un buen par de horas, pero no toda la mañana ni tuvimos que rellenar tantos impresos como en Barbados.

Ayer hicimos una excursión de unos tres Km. a pie a ver una calas y una fortaleza al norte de Rodney Bay, luego Carlos quiso subir a la fortaleza y yo opté por volver al barco, en el camino se me paro un negrito con un coche y me ofreció llevarme, acepte y cuando llegamos a la marina le invite a una cerveza, aceptó, charlamos, en lo que cabe, nos dimos la mano y nos despedimos tan contentos. Mira que bien.

Tengo muchas dificultades en entender a la gente de aquí; primero porque no sé inglés, segundo porque halan muy bajito, deben de tener muy buen oído, cosa que yo no, y tercero porque hablan con un acento de barrios bajos americanos que no hay por donde cogerlo.

Bueno amig@s por hoy ya vale. Continuará......

Abrazos

Ramón

29-03-2009 Relato de la travesía

Desde 14º 04,436’ N 60º 56,963’ W

DE MINDELO A BARBADOS

Ya hemos cruzado el charco!!!

No es fácil escribir los acontecimientos diarios en un barco de vela que cruza el Atlántico, para los protagonistas estos acontecimientos lo son todo en su vida, y si se proponen narrarlos por escrito normalmente se imponen escribir algo cada día, con lo cual no hay más remedio que repetirse continuamente porque en una travesía de dos o tres semanas siempre pasa lo mismo, si bien podemos decir que no hay dos días iguales también diremos que no hay cuatro días diferentes.

En mi preparación para esta travesía he leído unos cuantos relatos de navegantes que me han precedido y que han tenido la gentileza de compartir su experiencia. La lectura de estos libros y algunos artículos que he encontrado en Internet han sido realmente decisivos para hacerme una idea muy precisa de lo que me iba a encontrar, si bien la parte realmente interesante de estos libros es un pequeño porcentaje, el resto, puede resultar más o menos ameno según el sentido novelístico del autor, pero no deja de ser esto, una novela. Yo me lo he pasado muy bien leyéndolas.

Como mi intención no es la de escribir un libro sino un breve relato que si sirve para algo, bien, y si no también, voy a limitarme a contar algunos detalles que pueden o no ser interesantes pero son los que marcan las diferencias entre un día y otro día.

Empezaré por la lista de coordenadas tomadas a las 12.00 UTC y que rezan en el cuaderno de bitácora:

Días 4,5 y 6 de marzo 2009 Mindelo (Cabo Verde) latitud 16º 53,2’ longitud 024º 59,5’

Salida de Mindelo el viernes 6 a las 20,30 UTC

Sábado día 7, latitud 16º 46,5’ N, longitud 026º 16,2’ W recorridas 73 millas en 15,5 horas

Domingo día 8, latitud 16º 18,6’ N, longitud 028º 34,0’ W recorridas 135 millas en 24 horas

Lunes día 9, latitud 15º 54,1’ N, longitud 030º 53,3’ W recorridas 136 millas en 24 horas

Martes día 10, latitud 14º 14,0’ N, longitud 031º 57,8’ W recorridas 118 millas en 24 horas

Miércoles día 11, latitud 14º 13,7’ N, longitud 033º 34,0’ W recorridas 93 millas en 24 horas

Jueves día 12, latitud 14º 20,0’ N, longitud 035º 05,1’ W recorridas 89 millas en 24 horas

Viernes día 13, latitud 14º 18,7’ N, longitud 036º 33,2’ W recorridas 85 millas en 24 horas

Sábado día 14, latitud 14º 20,3’ N, longitud 038º 06,0’ W recorridas 90 millas en 24 horas

Domingo día 15, latitud 14º 13,7’ N, longitud 039º 48,8’ W recorridas 99 millas en 24 horas

Lunes día 16, latitud 14º 14,2’ N, longitud 041º 33,7’ W recorridas 102 millas en 24 horas

Martes día 17, latitud 14º 27,5’ N, longitud 043º 46,9’ W recorridas 130 millas en 24 horas

Miércoles día 18, latitud 13º 59,2’ N, longitud 045º 47,3’ W recorridas 120 millas en 24 horas

Jueves día 19, latitud 14º 18,7’ N, longitud 048º 12,4’ W recorridas 142 millas en 24 horas

Viernes día 20, latitud 14º 42,8’ N, longitud 050º 43,1’ W recorridas 148 millas en 24 horas

Sábado día 21, latitud 15º 20,0’ N, longitud 053º 05,1’ W recorridas 142 millas en 24 horas

Domingo día 22, latitud 14º 25,4’ N, longitud 054º 55,4’ W recorridas 119 millas en 24 horas

Lunes día 23, latitud 13º 54,6’ N, longitud 056º 41,0’ W recorridas 107 millas en 24 horas

Martes día 24, latitud 13º 35,5’ N, longitud 058º 21,4’ W recorridas 99 millas en 24 horas

Miércoles día 25, latitud 13º 15,8’ N, longitud 059º 38,7’ W ¡¡¡Barbados!!!

Millas.- La distancia ortodrómica entre Cabo Verde y Barbados es de unas 2.000 millas, si sumamos la distancia recorrida según las etapas diarias resultan 2.102 millas y si medimos la estela del barco que queda en el plotter, resulta que la distancia que en realidad hemos recorrido es de 2.300 millas. Esto es debido a que el viento raramente te permite ir a rumbo directo, por lo menos a mí. Y yo pregunto, ¿Que importancia tiene la distancia ortodrómica versus la loxodrómica en un velero?

El viento.- El viento en esta singladura siempre es de componente popa, pero esto no siempre es bueno porque si navegamos con gennaker, que es lo más efectivo, resulta que no podemos llevarlo totalmente por la popa y tendremos que dejar unos 30º por la aleta lo cual se traducirá en unos 30º de desvío de rumbo, pero con el agravante del efecto Murphy resuelta que si elegimos la aleta de estribor (gennaker a babor) en viento rolará unos grados al sur, siempre buscando nuestra popa, con lo cual tendremos que alterar nuestro rumbo unos grados más al norte y viceversa. Otra opción son las orejas de burro con la génova atangonada y la mayor con la máxima apertura en la banda, así sí podemos ir de empopada cerrada y las pequeñas roladas solo nos afectan en su magnitud y no con el incremento de 30 grados como ocurre con el gennaker. Jugamos con estas dos opciones según la dirección y la fuerza de viento que raramente llega a 20 nudos. Ocasionalmente puede aparecer un sur o un norte que viene muy bien para navegar de través con mayor y génova y a rumbo directo, pero esto es muy rarillo que me pase a mí. Ciertamente hay otras opciones para poder navegar bien con vientos portantes, el espinaker, dos génovas y con la mayor a la vía parece una buena opción pero el Paradisse no está preparado para navegar de popa, nunca había hecho falta, quizá me lo piense si decido repetir la aventura, tengo que pensarlo bien porque ambas opciones requieren tangón, y el tangón a veces requiere más de dos manos. He conocido a varios navegantes solitarios y la verdad es que me dan bastante envidia, el problema es que los navegantes solitarios solo tienen dos manos.

El mar.- Todos los redactores que han descrito el característico ir y venir de grandes olas en el Atlántico coinciden en calificarlas simplemente de molestas, yo diría que una buena somanta de vientos duros de proa antes de alcanzar el estrecho y un buen vapuleo de olas de 4 o más metros de popa entre el estrecho y Cabo Verde son una excelente terapia para llegar a estas latitudes y sentirse como en la mecedora de la abuela. En Las Palmas compre una especie de manteles, que los había visto en el Salón Náutico de Barcelona que tienen la propiedad de eliminar el deslizamiento de los objetos sobre las superficies, son muy útiles especialmente a la hora de comer, los colocas entre la mesa y el plato o los demás enseres y ni te das cuenta de que el barco se está balanceando. Chulerías aparte, si hemos tenido de de macachis en la mar, pero nunca como en los tramos antriores.

Bien decía Pablo cuando me quejaba de las adversidades del tiempo en el Mediterráneo, “disfruta de los vientos en contra que tiempo tendrás de cansarte de los portantes”.

El cielo de día.- El cielo es de lo más variopinto, nubes y claros con mayor abundancia de las primeras propician unos extraordinarios ortos y ocasos. Estratos y cúmulos de buen tiempo combinados con amarillos a rojos y azules a lilas nos ofrecen obras de arte que bien podrían inspirar a genios como Miguel Ángel que un día se valió de una visión similar para dar fondo a los primeros pasajes de la Biblia que dejó plasmados en la Capilla Sixtina.

Uno se imagina que cruzar el Atlántico ha de ser una repetición continuada de agua, un horizonte redondo y equidistante hacía donde sea que dirijas tu mirada, unos días con más olas y otros días con menos viento y así todos los días y a todas las horas. Sin embargo, podríamos decir que a medida que avanzamos nos encontramos con nuevos paisajes, igual que cuando viajamos en tren, son paisajes mágicos que por más veces que vuelvas a pasar por el mismo sitio no volverás a ver. Cada vez que uno se asoma a la cubierta se encuentra una nueva obra de arte, un cuadro que nos ofrece la más grande de las artistas, la madre naturaleza.

Os envío algunas fotografías de estos maravillosos cuadros.

El cielo de noche.- ...pero no todo es bonito en los cielos del Atlántico, unos días por las nubes, y otros días por la luna, tras la primera semana de navegación todavía no pude ver la esfera celeste que han descrito otros navegantes y que tanta ilusión me hacía. A nosotros nos ha pillado la luna llena en plena travesía, es algo que no habíamos pensado pero creo que si se puede prever y evitar, vale la pena. Una semana de menguante, luna nueva y una semana de creciente puede ser un periodo ideal para centrar en la travesía, de todas formas en estas últimas semanas la luna en claro menguante va apareciendo cada vez más tarde, en los últimos días he tenido ocasión de ver noches muy espectaculares. La Cruz del Sur y Escorpión al completo son mis visiones favoritas que no podemos ver en nuestras latitudes.

La falta de visión celestial de los primeros días y las ganas de emplearme con el sextante me indujeron a hacer unos experimentos con el sol, la situación por la altura del sol a mediodía y por la hora de paso por la meridiana me han permitido obtener aproximaciones de mi posición realmente espectaculares. Os lo explicaré en escrito aparte.

La temperatura.- Otra de las muchas cosas que esperaba con ilusión de este viaje era la llegada súbita e inmediata del verano, pero al igual que la visión de las estrellas se ha hecho esperar pero ha llegado.

Llegue a creer que la visión del gran azul no iba a ser posible y no lo fue hasta el día el día 22 de marzo en la posición 14º 24,1’ N 055º 01,4 W a 275 millas de Barbados y con 5.500 metros de profundidad (lo comprobé personalmente, je, je).

Atado con una cuerda y con las gafas de bucear vi el intenso azul esmeralda que se pierde hacia el infinito, dejando una sensación de placer que te deja pensando - jo, cuantas compensaciones tiene el sacrificio de este viaje.

Después ya me he bañado todos los días y no parece que haya tiburones.

Animales.- Aparte de peces voladores, de los que hemos visto en abundancia, e incluso hemos encontrado en cubierta por la mañana se puede decir que bien poco hemos disfrutado de la presencia de peces. Algunos delfines a la salida de Mindelo pero nada más.

Tampoco las aves se han prodigado, si bien casi todos los días hemos visto algún ejemplar, me ha sorprendido mucho ver pájaros a más de mil millas de la costa.

Barcos.- Ver barcos en estas singladuras es bastante raro, me lo han contado como algo realmente extraordinario y así me lo tomo. Aparte de algunos que hemos podido ver en las cercanías del Caribe hemos tenido algunos encuentros, concretamente cuatro, aunque dos de ellos solo en el radar.

El primero fue el más chocante, nos encontrábamos a unas 300 millas de Mindelo y eran las 00,30 de la noche del día 9 de marzo, cuando observe que un gran barco aparecía en la pantalla del radar por mi aleta de babor, estaba a 20 millas, lo fui observando y vi que mantenía su demora, cuando llego a cuatro millas su demora había variado 10º a popa, entonces ya podía ver sus luces, yo encendí las mías, normalmente las he llevado apagadas por cuestión de ahorro de baterias, entonces entro una llamada por el canal 16;

- small vessel at positión tal y tal

Supuse que la llamada venia del barco en cuestión y que era para mí porque no había nadie más alcance del radar, así que conteste enseguida.

- Please repeat position

Cantó mi posición a la milésima de minuto.

- Yes we are

- Are you the vessel in that position

- Yes we are – repito

- How are you going

- Fine, thank you, we are going to Caribe

- Any problem on board?

- No, thank you, everithing is good.

- Well good tryp

- Good tryp

Y lo vi cruzar mi popa en dirección al noroeste.

Otro barco fue un monstruito que nos paso a 4 millas cuando estábamos aproximadamente a mitad de camino, Su nombre “Atlantic Prosperity” le hicimos fotos.

Chubascos,- Los chubascos son fenómenos normalmente habituales en esta travesía, nosotros hemos pillado solo dos o tres y uno de ellos nos hizo la jugarreta. Los chubascos siempre se nos han presentado por la noche o de madrugada, vienen acompañados de una variación del viento y de la mar, no han sido especialmente duraderos ni aparatosos pero como dije, uno de ellos nos ocasiono problemas.

Fue al amanecer del día 22 me había relevado Carlos en la guardia y le dije que echase el curri ya que las capturas han sido más habituales al amanecer y al anochecer, al cabo de un rato Carlos me despertó porque el viento había virado el barco (íbamos con piloto automático de viento).

Cuando cogí el timón para volver al rumbo noté que iba excesivamente duro. Entonces me di cuenta de que la línea del curri daba la vuelta por la pala del timón, intentamos sacarla con el bichero e intentamos mil maniobras, siempre cuidando de no complicar las cosas con la hélice.

No entendí porque no se soltaba hasta que tuve que meterme en el agua y ver que la línea había quedado metida entre la parte fija y la parte giratoria del timón quedando fuertemente atrapada, pase los dos chicotes al mismo lado y moviendo el timón y tirando de los dos chicotes a la vez conseguimos liberarlo. Este fue en realidad mi primer baño en el Atlántico, luego a mediodía del mismo día fue el de placer que he comentado.

Nota 1: Tuve que echarme yo al agua a pesar de que Carlos es más joven y ágil porque tiene miedo a que se lo coma un tiburón.

Nota 2: Debido a que habíamos perdido dos señuelos por picadas de peces demasiado grandes improvise un curri compuesto de: 40 metros de driza de 12 m.m., 20 metros de driza de 10 m.m., un plomo de cinturón de buceo, 5 metros de cabito de 5 m.m., 15 metros de sedal de nylon compuesto de 4 hilos de 0,8 m.m. y finalmente un señuelo (calamar artificial) con el trozo de línea que viene de fábrica.

Huelga decir que el tramo que quedó pillado en el timón fue el de 12 m.m.

Afortunadamente no pescamos un marlín de 200 kg. como le ocurrió a un colega americano.

La pesca.- La pesca se ha hecho esperar y desear, hasta el día 11 no tuvimos la oportunidad de ver los primeros ejemplares de nuestra propia cosecha desde nuestra entrada en el Atlántico, dos doraditos que devoramos con el ansia que se acumula después de un mes esperando degustar los productos atlánticos y de habernos gastado más de 100 euros en artilugios para atraer a nuestras victimas, lo decepcionante es que vinieron de la mano de un señuelo casero que llevaba Carlos consistente en un plomo en forma de torpedo con un agujero a lo largo por donde pasaba la línea unida a un anzuelo de 3 patas disimulado con un recubrimiento de pelos de brocha. El día 12 pillamos otro ejemplar parecido con el mismo aparejo.

Luego aparte de algunos peces voladores que embarcaban por la noche por su cuenta y riesgo, nueva sequía hasta el día 20, se trataba de una especie de barracuda canija y fea que solo por nuestras ansias de comer pescado la pasamos por la cacerola, resultó incomestible por la cantidad de espinas, solo había espinas, menos mal que Carlos lo había cocinado con cebolla y tomate y así pudimos comer algo y entretenernos apartando las espinas.

La recompensa por nuestra perseverancia no llego hasta el día 21 con un magnifico tunido que quedo atrapado en la línea que he descrito en el capitulo de los chubascos, este fue nuestro mejor premio hasta el momento. Pero la apoteosis fue el día 23 con un magnifico dorado de 90 centímetros, Lo único que tiramos fue la cabeza, estaba buenísimo desayuno, comida y cena para tres, no sobró nada.

Comunicación.- Las conexiones diarias con la rueda de los navegantes eran el atractivo y la incógnita principal de todos los días, la calidad de la recepción, ¿Quien estará al otro lado?,

¿Podremos hablar hoy con alguien?, eran el enigma de la 16.00 y las 22.00 UTC

Gracias a José Luís, Jaime, José, Xavier, Ángel y a mi familia por haberos trasladado a mi lado a través de las ondas.

Mañana os cuento más cosas. Enviaré fotos a Jaime para que las incluya en el blog.

Abrazos

Ramón

29-03-2009 Santa Lucia (Barbados)

Hola a Tod@s:
Estoy en Santa Lucia.
Tengo mucha literatura preparada pendiente de ramates.
Voy a estar aqui hasta el martes como minimo.
En los proximos dias os inundare de escritos.
Perdonad por la falta de acentos pero no veo la manera de ponerlos en este ordenador.
Abrazos
Ramon